viernes, 31 de agosto de 2012

4. Muerta en vida

Andrew, Lorraine y yo entramos a la escuela y para nuestra sorpresa la persona menos deseada de la escuela nos esperaba en la puerta, la señorita Abigail Price, la malvada directora de la escuela Norman Heil, era una bruja en todo el sentido de la palabra, muchos dicen que es hermosa pero son los nerds lame suelas, su atuendo era totalmente rosa, y su pinta labios color magenta hacia que me doliera la vista, siempre tenía esa maldita sonrisa hipócrita en su cara, -Greenwood, Thompson y... Andrew- a el siempre lo llamaba por su nombre y le hacia ojitos, que irritante - ¿Para donde creen que van?-
-A clase por supuesto señorita Abigail-
-Lo siento Andrew pero ustedes no van a ningún lado, la campana sonó hace quince minutos y conocen las reglas, me temó que solo uno de ustedes puede pasar-
- Ve tu Heather- me dijo Andrew de una forma muy amable, ella inmediatamente me miró horrible e interrumpió.
- Me temo que la señorita Greenwood, tiene tres tardanzas acumuladas y por lo tanto esta suspendida ella no puede pasar- siempre esta encontra mía, no se que le ocurre -Así que deberá elegir a alguien mas-
- Entonces ve tu Lorry-
-Claro, yo iré- Lorraine aceptó inmediatamente, hizo una cara como pidiendo disculpas
-Muy bien señorita Thompson, creo que la clase de historia la espera-
Lorraine asintió con la cabeza y entró en la escuela, la señorita Abigail, me miró con odio, como siempre y cerró la puerta en nuestras narices. Andrew me miró con dulzura, creo que sintió que fue su culpa, pero no importa era un buena excusa para no estudiar.

- Y entonces... Heathy que te parece si... hacemos algo-
- Claro.. dime que quieres hacer?-
- Me gustaría llevarte a un lugar, es cerca de aquí-
- Ok, solo no intentes hacer locuras-
- No te preocupes, mis manos se quedaran de mi lado... Ja!-
- Claro, confío en ti-
- Lo sé-
Andrew no dejaba de mirarme, enserio yo quería enamorarme de el pero el miedo a perderlo como mi mejor amigo es mas grande, es que ya saben lo que dicen de amigos pueden pasar a novios pero los novios nunca vuelven a ser amigos, o por lo menos no de igual manera y desde que papá murió el se convirtió en todo para mi, y simplemente lo amo, eso es lo que me impide estar con el.

Andrew me tomó de la mano, comenzó a llover fuertemente, se quitó la cazadora negra que llevaba puesta dejando como unica vestimenta su camisilla, sacudió un poco la cazadora y me la puso encima, su mirada era sumamente tierna tanto que era como si sus labios me llamaran, pero debía controlarme, era claro que nada ocurriría ni podría ocurrir entre nosotros, caminamos por un largo tiempo por las calles de Londres era extraño pues sentía como si la ciudad estuviera vacía, solo existíamos los dos,  aunque el día fuera gris y oscuro si estaba con el era perfecto, después de caminar mucho y reír por estupideces, nos detuvimos en un callejón sin salida,
-¿Aquí es donde querías traerme? ja...! tu idea de romanticismo es un poco extraña ¿no crees?- Andrew me miró y soltó una pequeña risita - Cuando aprenderás a esperar y a no subestimarme Heather-  Sonreí y esperé, Andrew abrió una puerta que estaba tras las escaleras de incendió muy bien escondidas, Andrew sacó su pañuelo y me lo puso en lo ojos, - Sujetame fuerte Andrew- se acercó a mi oído y como un leve susurro me dijo - Lo haré siempre-
su voz me dio tranquilidad, pero al mismo tiempo hizo que temblara, su respiración tan cerca mío hacia que nunca quisiera que se alejara de mi, el es todo lo que tengo y lo único que necesito solo espero que nunca se vaya de mi lado, subimos varios escalones, no se escuchaba ni un solo ruido, después de unos cuantos escalones mas sentí una leve brisa en mi rostro, Andrew retiro el pañuelo de mis ojos y mientras los abría lentamente tuve una increíble visión estábamos en el techo del edificio, se veía todo Londres, a lo lejos se veían los nubarrones de lluvia, era hermoso y perfecto, casi trataba de enmarcarlo en mi mente como la mas increíble obra de arte, si fuera por mi la sacaría de mi mente y la pondría exhibida en un museo,
 - Y? que opinas te gusta o que?-
- Por dios! que si me gusta, es magnifico, simplemente increíble, me haz hecho la persona mas feliz del mundo-
- Entonces mi objetivo esta cumplido-
- Porque lo haces?-
- Que cosa hago?-
- Esta clase de cosas, tratar de hacerme feliz, desde que papá murió tu eres el único que me hace sentir viva, porque lo haces?-
- Porque... no soy lo suficientemente obvio Heather? yo... te amo y quisiera decir que es simplemente eso pero no es cualquier amor... ja! sabes a veces trato de ignorarlo y simplemente pensar que es una estúpida obsesión, pero luego... al día siguiente apareces de nuevo... y haces que vuelva a caer y que todos mis problemas queden en el pasado, tu eres una luz en ese pedazo de oscuridad que me invade, cuando estoy contigo, ya no soy dolor y oscuridad, porque tu me vuelves luz...-
- Ya no hagas esto!, yo temo por ti, temo perderte, tu significas todo para mi y si algo mas ocurre nada volverá a ser como antes simplemente las cosas se acabaran por que nada es eterno y si te perdiera simplemente no podría soportarlo, ya no tendría motivos para estar viva, tu y y papá lo son todo para mi-
- Porque temes, yo nunca voy a dejarte, no tengas miedo, nunca me alejare de ti-
- Nadie esta contigo por siempre Andy, todo tiene un final, tal vez en algún momento la vida haga que nos separemos, y trato de no imaginarlo porque...- una lagrima cayó por mi mejilla, era verdaderamente difícil, una parte de mi quiere con ansias estar con el y jamás dejarlo ir pero otra parte sabe que lo mejor es que sigamos siendo amigos, es egoísta lo se pero no quiero dejar de tenerlo como mi mejor amigo, e me gusta es obvio y lo amo eso nadie lo duda pero necesito a mi mejor amigo ahora mas que nunca así que por ahora nada pasara, siento que lo utilizo pero solo el hace sentir viva esta cascara de pesares a la que le llamo cuerpo, Andrew acerco su mano a mi rostro y con suavidad limpio la lagrima.
- Mientras viva luchare por estar contigo Heather, nada hará que me aleje de ti-
- No sabes cuanto desearía estar contigo y creerte pero la vida me ha enseñado que mientras mas quieres a una persona mas pronto se va de tu lado y perderte no es una opción para mi-
- Es eso o lo que sientes no es suficiente-
- Tu eres mi mejor amigo y la persona que mas amo en este mundo, no me obligues a perderte-
- Yo no te obligo a nada, porque no te arriesgas conmigo yo puedo hacerte feliz-
- Tu ya me haces feliz-
- ¿Entonces cual es el problema?-
- Que necesito tenerte como amigo, te necesito aquí, así como estamos, no lo arruines-
- ¿O sea que es tu felicidad a costo de la mia?- incline mi cabeza y llore en silencio, me gustaría decirle que no era así, pero sería mentir, estaba siendo egoísta pero no iba a cambiar nada, Andrew se acerco a mi y levanto mi mentón con delicadeza - Si debo ser infeliz el resto de mi vida, no me importa si te veo sonreír cada mañana, todo sea por ti Heather Greenwood- Andrew se acerco a mi, deseaba con tantas ansias que me besara, era lo que mas deseaban mis labios, cerré mis ojos con fuerza y cuando sentí su roce me estremecí, su respiración se agitaba, nuestros labios estaban a menos de un centímetro de distancia, cuando ya comenzaba a sentir su suave tez se alejó de mi...
- Lo siento, no puedo hacerlo, no mientras seas mi mejor amiga-
- Te entiendo, no te preocupes, creo que ya deberíamos irnos a la escuela-
- Claro... Andy yo...-
- Si?-
- Nada olvidado-

Bajamos las extensas escaleras, y salimos corriendo, recorrimos las mismas calles pero esta vez era diferente ya no me sentía con la misma felicidad, me sentía como si algo me hiciera falta.

Llegamos a la escuela, en todo el camino Andrew no me dirigió la palabra, solo muchas miradas de decepción y tristeza, el carro de Roger estaba en el parqueadero, Roger, mi madre, Lorraine y la señorita Abigail estaban hablando en el despacho *maldita bruja ahora de que me estará acusando*, corrí hasta la puerta pero Abigail se me adelanto - Aquí esta la mmm... chiquilla- mi madre y Roger salieron se veían muy enfadados.
- Heather Greenwood donde demonios estabas metida?!-
- Mamá la señorita Abigail me había suspendido por faltas tardes así que no quería molestarte Andrew y yo solo fuimos  a dar un paseo...- Abigail interrumpió de golpe
- !MENTIRA¡ que no te cansas de mentir chiquilla?-
- Señorita Abigail es cierto Lorraine estaba aquí con nosotros-
- Tu no te metas Andrew, la suspensión es totalmente cierta, pero ustedes dos no fueron a dar un paseo, envíe una patrulla a vigilarlos y conforme me informaron ustedes dos estaban consumiendo drogas y eso es algo que no voy a permitir- me enfurecí por su ramillete de mentiras así que decidí hablar
- Señorita Abigail, Andrew y yo no hicimos eso-
- Tiene razón señorita Greenwood el joven Andrew no tiene nada que ver el solo fue víctima de sus malos hábitos no lo culpo por tener malas compañías, en cuanto a usted las cosas son diferentes, era usted quien estaba consumiendo, lastimosamente no es un delito porque de ser por mi la tendría en la cárcel un buen tiempo-
- La señorita Abigail tiene razón Heather, no se que ocurre contigo, donde está mi hija?-
- Mamá creeme yo no soy capaz de hacer algo como eso-
-!YA BASTA HEATHER¡ no quiero oír una palabra mas, ya esta decidido, te irás a un lugar diferente a ver si superas todo esto y cambias-
- ¿Y  donde me enviaras?-
- A la escuela-internado de Colchester en Essex, queda a 90km de Londres-
-Mamá por favor no me hagas esto-
- Señora G por favor no la aleje de mi-
- Lo siento Andrew ya esta decidido mañana mismo partirá-
-¿ Y cuanto tiempo debo quedarme?-
- El que sea necesario, y creo que tienes razón cuando tu padre murió tu te fuiste con el porque ya no se quien eres-

Abigail sonreía, y Andrew pateo un tarro de basura y se fue creo que se sentía frustrado, yo en cambio lo único que deseaba era morir, adiós vida... oficialmente estoy muerta, sin Andrew es como si ya mi alma hubiera muerto por completo, fui a mi casa y me encerré en mi habitación a llorar nunca había odiado tanto a mi madre como ese día el peor día de mi vida desde la muerte de papá, ya mi vida no tenía ningún sentido.









miércoles, 29 de agosto de 2012

3. Fingiendo ser normal

Mi madre me miró con tristeza, ciertamente me dolía verla así pero de alguna manera se lo buscaba, ella no tiene la culpa de que papá hubiera muerto pero no entiendo como puede ser tan fácil olvidar a una persona con la que viviste 20 años es simplemente inconcebible. Mamá salió de la habitación, y entre a la ducha, fue muy refrescante, cuando salí mire el lavabo de color marfil que estaba bajo el espejo, mi padre solía ayudarme a cepillarme los dientes cuando estaba mas pequeña y una vez me caí de mi taburete y me rompí un diente, afortunadamente no era permanente, mi padre... su recuerdo invade mi cabeza y mi corazón. Salí del baño me vestí con un suéter color negro, pues hacia bastante frío afuera, baje hasta la cocina mamá me esperaba sentada en la mesa del comedor, sonreía pero su sonrisa era postiza y fría.
-mamá lamento lo de hace un rato, yo se que amas a papá- trate de sonar linda de cierta forma se que ella aun lo ama -solo tenía algo de rabia y tuve pesadillas eso es todo, perdoname por favor-
Mamá me sonrío, -no te preocupes Heathy sabes que te amo muchísimo y lo entiendo, se que Roger no te agrada y todo eso, pero...- alguien tocó a la puerta, corrí a abrir, !GENIAL¡ el novio de mamá esta en casa, el ciertamente me desagrada su nombre es Roger Murray, es maestro de educación física en Homefield School, no lo odio (técnicamente) solo no me cae lo suficientemente bien. -Pasa Roger- me miro y sonrío.
-Gracias Heather, y dime ¿como estas?-
-Cansada y voy tarde a la escuela, así que porque mejor no vas con mamá, ella te ha estado esperando-
-ok, iré con ella, cuidate, te quiero-
-Claro, !Adiós mamá!
-Adiós cariño, cuidate mucho te quiero-
- y yo a ti-

Salí corriendo a la parada del autobús, era una tipica mañana londinense, habían muchas nubes y hacía frío, técnicamente un día gris, pero que mas puedo pedir la verdad me encanta, en la parada del autobús me esperaba Lorraine, mi mejor amiga ella es fantastica es un poco gruñona pero es genial, la quiero demasiado -Hey! Heather, ven acá- salí corriendo hacia donde estaba, ella siempre me recibía con una enorme sonrisa, es la mejor.
-Que tal tu día Heathy, ¿aburrido?-
-Define aburrido, ja... tuve una pequeña discusión con mi madre, pero de resto todo bien y tu ¿que tienes para contarme?-
-mmm... te diré, mi padre esta prestando servicio y mi madre llora desconsoladamente, hablar contigo es un respiro de mi maldita vida-
-lo siento mucho Lorry...-
-Ahh... no te preocupes he salido de peores, oye ¿y Andrew?-
-No lo se, tal vez tomó el autobús que sale mas temprano, o se fue caminando-
-Que patético-
-ja ja si-

Estuve todo el camino con mi cabeza pegada al vidrio, viendo caer las gotas de lluvia y rememorando cada instante de aquel sueño, recordando cada palabra, pero no entendía, no se que ocurre conmigo, me estoy volviendo loca, creo que esto no es normal.

Al llegar a la escuela Andrew nos esperaba en la puerta, siempre con su atuendo de chico malo, llevaba una cazadora negra, una camisa azul con lineas negras y su cabello negro ligeramente desarreglado, se veía bastante guapo, era muy estúpido decir que no era guapo, pues a quien quería engañar, Andrew era verdaderamente atractivo... y si es mi mejor amigo, que les puedo decir, el es la clase de persona que solo yo podría amar aparte de su madre, el es un chico difícil, es rebelde, terco y muy estúpido, hace locuras todo el tiempo y por eso es mi mejor amigo, nadie en el mundo ni siquiera Lorraine me entiende tan bien como el lo hace, y aunque es todo esto entre los dos jamás habrá algo mas o eso creo, a parte de eso Lorraine se muere por el aunque no lo admita.

Caminamos juntas hasta donde el estaba, ignorando por completo el hecho de que la campana ya hubiese sonado, no entraría a ningún lado si no era con el, se veía en este día particularmente mas apuesto que en cualquier otro era eso o ya enserio empezaba a gustarme, no... no me gusta.

-Miren a quien tenemos aquí, una verdadera obra de arte- dijo Andrew sonriendo, no pude evitar ruborizarme y notar lo incomoda que se sentía Lorraine.
-Por favor no empieces Andy... no me gusta empezar el día con mi cara totalmente roja-
-Entonces deja de ser hermosa-
Lorraine interrumpió -Hola! Andrew ¿como estas?-
-Mucho mejor ahora que Heather esta aquí-
-mmm... Ya veo- Lorraine estaba molesta, o mejor dicho muy celosa, en cierta forma le tenía algo de lastima, ella amandolo y el amandome y yo no amando a nadie, triste realidad.

-Señor cassanova, se dignaria usted a ir a clases-
-mmm... no lo se dejame pensarlo-
-ANDA! ahora Andrew-
-Como usted mande-
-jajajaja eres ciertamente patético-

martes, 28 de agosto de 2012

2. Realidad maldita y aburrida realidad


-Heather! Heather! hija despierta, cuantas veces debo decirte que debes darte prisa-

De nuevo un maldito sueño, mi madre estaba tratando de despertarme, la imagen de ese niño daba vueltas en mi cabeza, cada día, cada sueño tenía algo en común las mismas malditas frases muerte inmortal y los hombres sombra aunque esta vez fue un poco diferente por lo menos me dieron una pista de quienes eran *ángeles, vampiros* es una extraña comparación pues en lo que a mi respecta son muy diferentes.

Mi nombre es Heather Greenwood, vivo en Londres Inglaterra, tengo dieciséis años, vivo con mi madre, mi padre... el murió hace un año ha sido un golpe duro pues mi madre y yo jamás nos hemos llevado lo suficientemente bien, el era quien me entendía, hacíamos todo juntos y cuando se fue se llevo un trozo de mi alma con el, mi madre trata de hacer las cosas bien y lo entiendo hace lo mejor que puede y la amo por eso, pero no habrá nada que cambie el pasado y este vacío que siento en mi pecho seguirá acompañandome hasta mi muerte, pescar era su pasión, cuando estaba pequeña me levantaba los domingos muy temprano en la mañana para acompañarlo a pescar, era ciertamente fascinante ver el amor con que lo hacia, pero fue su bendición y su maldición, un domingo salió en su bote a un lago al que acostumbraba ir, dicen que vio algo en el agua, pensó que era un pez enorme, el vigilante que estaba cerca dijo que el agua lo engullo literalmente, pero eso lo dudo, creo que tal vez se cayó y se ahogo simplemente eso, yo no creo en monstruos, ni en hadas ni nada de eso, para mi lo único que existe es el dolor y la cruel realidad, mis sueños, no se que sean pero eso lo descubrirá mi psicólogo.

Mi madre me miraba con sus enormes ojos verdes esperando a que me levantara
-Heather, cariño se que es difícil pero debes seguir con tu vida- ella trataba de ser dulce, pero solo me hacía enfurecer.
-¿seguir con mi vida?... claro, trataré, aunque claro esta que a ti se te hizo muy fácil-
-¿de que estas hablando Heather? sabes muy bien que yo amaba a tu padre-
-tienes razón lo amabas, el problema es que yo aun lo amo, yo no puedo remplazar a mi padre, pero a ti se te hizo muy fácil, no ha pasado un año y ya tienes un nuevo novio-
-eso no te incumbe-
-tienes razón no me incumbe, así como a ti no te incumbe lo que yo haga con mi vida- me levante de mi cama con rabia, -si me permites iré a bañarme-.



lunes, 27 de agosto de 2012

1. En brazos de la oscuridad

El sonido del galope de los caballos invadia el aire, el ambiente era pesado y sombrío, el carbonoso azul del cielo se teñía de sangrientas nubes en aquella aterradora noche de julio. En una pobre casucha oculta entre las nubes de polvo que los caballos levantaban se escondía un pequeño niño y su madre, con miedo, con incertidumbre, la mujer de un hermoso cabello negro hasta la cintura abrazaba a su hijo muy fuerte, el pequeño con ojos azules llenos de temor la abrazaba con desesperación pues ambos sabían el atroz final. las antorchas de los jinetes alumbraban las paredes oscuras y llenas de penumbra del pueblo arrasando con furia todo a su paso, se escuchaba el grito de las madres pidiendo piedad, pero ninguno era escuchado. Cuando se escucho un estruendo, la mujer tranco la puerta con un débil tablón de balso, entre las rendijas de las ventanas entraba un poco de luz y se veía la imponente silueta de los jinetes, la mujer sabia que se acercaban así que escondió a su hijo en una habitación que daba al granero, -ca...cariño, te amo recuerdalo y pase lo que pase no salgas de aquí, se fuerte mi amor, tu debes encontrarla y acabar con el imperio, adiós- mientras la mujer decía esto se llenaban sus ojos de lagrimas, el niño no pronunciaba palabra alguna solo asentía con la cabeza, la mujer le dio un beso en la frente, se quitó el collar con la cruz roja, lo puso en el cuello de su hijo y lo encerró en la habitación. 

-!ABRAN LA PUERTA EN NOMBRE DEL REY¡- uno de los caballeros golpeaba con fuerza pero la mujer no abría. Los caballeros derribaron la puerta, el pequeño niño miraba a través de una rendija que había en la puerta, su madre no puso resistencia dos caballeros la tomaron de los brazos ambos con una presencia increíble - Regina Collingwood se le ha encontrado culpable de realizar rituales paganos, practicar la brujería, deslealtad al rey y herejía, por lo tanto se le ha condenado a ser quemada en la hoguera como las brujas deben morir- la mujer miraba en dirección a la habitación en la que estaba su hijo, una lagrima llena de tristeza recorrió su mejilla izquierda -¿no tiene nada que decir a su favor?-. Regina soltó una pequeña risa burlona -mi lord, ¿nunca ha oído hablar de la muerte inmortal?- el caballero saco su espada y la poso junto a su garganta -calla bruja, tu sangre se derramara en vano-
la mujer agacho un poco su cabeza y la levanto sonriendo -mi sangre se derramara hoy pero no será en vano ellos vendrán y mi sangre correrá por las venas de mi descendencia, los hombres sombra no morirán hoy- el caballero se lleno de rabia -!BLASFEMIA¡-
-¿que pasa soldado, soldadito esclavo, le tienes miedo a la verdad?¿que acaso no sabes quien soy?- los soldados se llenaron de temor sudaban cual cerdos.
-¿que eres?- dijo uno de los soldados en susurro
-no me preguntes quien soy, preguntame quienes somos, crees que esa espada enterrada en mi garganta acabara con algo, ja ja ja ja... no... solo empezara algo peor... somos los amos de la noche, nos conocen como drävulia, strigoiul, vampyrus,nosferatu, vampiros,demonios, angeles, monstruos... pero prefiero el termino hombres sombra, tiemblen al escuchar nuestros nombres por que mi muerte solo es el inicio de una nueva era, el imperio caerá, tal vez no en este siglo pero les juro por los sabios druidas que el imperio será destruido !MUERTE INMORTAL¡- cuando Regina dijo esto el soldado sin pensarlo atravesó su garganta con la espada, quizás tenia miedo de lo que esa mujer sería capaz de hacer, el pequeño niño al ver esto grito -!NO¡- los guardias se alteraron y empezaron a buscar con desesperación, el pequeño salió de la habitación y tomo a su madre en brazos -mami, mamá por favor mamá no me dejes te necesito, mami respira- el se dio cuenta que ella no iba a respirar, sabía que era el fin, su madre no volvería. Uno de los guardias fue a tomarlo, de inmediato de la cruz que el niño llevaba en el cuello cayó una gota de sangre que choco contra el suelo, el techo de la casa se vino abajo y entre el polvo se veían dos figuras masculinas enormes pero no se distinguían sus rostros entre el polvo, el pequeño se levanto y se acerco a ellos...